Las hipotecas fijas se caracterizan por mantener una cuota constante durante todo el préstamo hipotecario y es ideal para clientes conservadores que quieren tener la certeza de que su cuota no subirá en un futuro. Averigua sus ventajas, desventajas y elige entre las mejores hipotecas fijas del mercado.
La hipoteca fija es un tipo de hipoteca en la que el interés no varía y por tanto, la cuota a pagar es siempre la misma. Es la versión opuesta a las hipotecas variables, en estas el tipo de interés varía en función de un índice de referencia, el euríbor.
La gente que se decanta por una hipoteca a plazo fijo quiere eliminar la incertidumbre de los tipos variables y saber en todo momento cuanto dinero tendrá que destinar para afrontar los pagos de su hipoteca. Se trata de uno de los dilemas a la hora de tomar una decisión, elegir entre hipotecas fijas o variables.
Las principales características de una hipoteca fija son las siguientes:
Principalmente, las ventajas de una hipoteca fija son:
Los inconvenientes o posibles desventajas de las hipotecas fijas son:
El interés aplicable a una hipoteca fija dependerá de cada entidad financiera. Y como hemos comentado anteriormente, cuanto mayor sea el plazo de la hipoteca, mayor será también el interés.
El interés de una hipoteca fija se suele situar entre el 1% y el 3% TAE. Aunque como ya sabemos, depende de cada entidad financiera, los plazos y el importe de la hipoteca.
A la hora de analizar y comparar una hipoteca nos fijaremos siempre en la TAE (Tasa Anual Equivalente) y no en el TIN (Tipo de Interés Nominal). La TAE es un valor más completo ya incluye el TIN, las comisiones y el plazo de la operación. Por lo tanto, la TAE es el valor que tomaremos como referencia para hacer la comparativa de hipotecas fijas.
Si en algún momento no podemos afrontar el pago de nuestra hipoteca fija, lo primero que deberíamos hacer es contactar con nuestra entidad financiera para encontrar una solución. Es posible que nos concedan una carencia o una moratoria de hipoteca.
Dejar de pagar la hipoteca y hacer oídos sordos a las notificaciones del banco puede ser una mala decisión ya que podríamos llegar a acumular una deuda muy grande y perder la casa. Estos son las posibles consecuencias que podrían producirse: