Las cuentas bancarias son tu herramienta principal cuando tengas que hacer el pago mensual del colegio, domiciliar el recibo de la luz o la nómina de tu trabajo. ¿Quieres saber más sobre ellas? ¡Te lo contamos!
Cuenta | Tipo | Requisito | Ventaja |
---|---|---|---|
Cuenta Imagin | Operativa Online | Ninguno | Sin Requisitos Ni Condiciones |
Cuenta Online BBVA | Operativa Online | Ninguno | Sin Requisitos Ni Condiciones |
Cuenta Nómina Bankinter | Cuenta Nómina | Nómina 800€ | Remunerada hasta 5% TAE primer año, hasta 2% TAE segundo año |
Cuenta Online Joven Santander | Cuenta Joven | Edad entre 18-29 años | Sin comisiones |
Vivid Money | Cuenta Neobanco | Ninguno | Cashback |
Cuenta Revolut | Cuenta Neobanco | Ninguno | 10€ Gratis |
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Una cuenta bancaria es un tipo de depósito a través del cual el cliente, ya sea una empresa o un particular, deposita su dinero y lo administra conforme a las condiciones que estipula la entidad financiera. Y dependiendo del tipo de cuenta, podemos llegar a obtener rentabilidad de nuestros ahorros.
Además, con una cuenta bancaria tienes opción de acceder a otro tipo de productos financieros como los préstamos, los seguros o las tarjetas.
Las cuentas bancarias llevan asociadas múltiples tipos de operaciones como la domiciliación de ingresos y pagos, operaciones con tarjetas, cajeros automáticos, transferencias...
Por tanto, con una cuenta bancaria, podemos realizar operaciones tan básicas del día a día como realizar transferencias, sacar dinero en efectivo de un cajero, hacer ingresos en nuestra propia cuenta o, por el contrario, formalizar pagos a quien debamos dinero, entre otras.
Una cuenta bancaria es necesaria para las gestiones económicas básicas de tu día a día:
E incluso con una cuenta bancaria, te puedes beneficiar de ciertas ventajas en caso de que quieras contratar un préstamo, un plan de pensiones o un seguro del tipo que sea...
A la hora de elegir la mejor cuenta bancaria para tus intereses debes tener presente los siguientes elementos:
Dependiendo de la finalidad del depósito de ahorros, el tipo de cliente y de la operativa que se pretenda realizar existen diferentes tipos de cuentas bancarias.
Aunque habitualmente solemos hablar de cuentas corrientes, lo cierto es que hay gran variedad de cuentas bancarias y en función de la necesidad es posible abrir un modelo u otro. Por ejemplo, si te vas a casar, podrás abrir una cuenta para boda; si trabajas por cuenta propia, una cuenta de autónomos; si quieres obtener rentabilidad de tu dinero, una cuenta remunerada o de ahorro; o una cuenta pensión para cuando te jubiles, entre otras.
A continuación, te mostramos los diferentes tipos de cuentas bancarias con los que puedes encontrarte hoy en día.
Una cuenta corriente sirve como depósito para que el cliente pueda mantener su dinero en el banco y realizar además toda la operativa básica relacionada con ello: desde la domiciliación de ingresos o recibos, a la realización de transferencias, el pago con la tarjeta o la consulta de cualquier movimiento bancario.
Con este tipo de cuenta, no podrás obtener rentabilidad alguna al depositar tus ahorros en la entidad.
Las cuentas nómina son un producto muy similar a las cuentas corrientes salvo con una diferencia: el cliente debe domiciliar su nómina, la pensión u otros ingresos recurrentes. Y a cambio, la entidad ofrece una serie de beneficios como:
Las cuentas sin nómina son aquellas que, como su propio nombre indica, no exigen la domiciliación de la nómina, pensión o ingreso recurrente del cliente que se la abra, al contrario de lo que ocurre, por tanto, con las cuentas nómina.
Con este tipo de cuenta bancaria puedes llevar a cabo las operaciones básicas pero dependerá de cada banco el cobro de algunas comisiones. Aunque lo cierto es que cada vez más entidades comercializan cuentas bancarias sin comisiones y sin nómina con ventajas similares a las ofrecidas con las cuentas nómina:
Las cuentas de ahorro son similares a los depósitos, ya que se trata de un producto pasivo con el que puedes obtener rentabilidad. ¿Cómo? Pues se generarán una serie de intereses a cambio de depositar nuestros ahorros en una cuenta de este tipo. Y la inversión que realices la puedes recuperar en cualquier momento sin penalización alguna. Y además están protegidos por el Fondo de Garantía de Depósitos hasta 100.000€ por titular y entidad en caso de que el banco no sea solvente económicamente.
Dado que el objetivo de las cuentas de ahorro es ahorrar, la operativa básica que puedes realizar con ellas tiene un límite. Así, con una cuenta de ahorro no podrás domiciliar recibos o nóminas ni asociar ningún tipo de tarjeta.
Las cuentas bancarias remuneradas, en la misma línea que las cuentas de ahorro, ofrecen rentabilidad por mantener tus ahorros en ellas. Pero eso sí esta rentabilidad suele ser mayor en los primeros meses. Y además de rentabilidad, suelen ofrecer liquidez absoluta, de tal forma que si quieres sacar el dinero, puedes hacerlo sin ningún tipo de penalización.
En este caso, al contrario de lo que ocurre con las cuentas de ahorro, sí que suelen ofrecer tarjeta. Y, generalmennte, la mayoría suelen requerir cierta vinculación como la domiciliación de la nómina, por ejemplo.
La cuenta de autónomos es aquella que está destinada a los trabajadores autónomos, es decir, personas que trabajan por cuenta propia. Aunque no todos los bancos comercializan este tipo de cuentas, siempre que accedas a una de ellas, podrás beneficiarte de ventajas como no cobrarte comisiones bancarias por la operativa básica, realizar transferencias de forma gratuita, emisión de tarjetas sin coste alguno o facilidad para contratar determinados productos financieros, entre otros.
La cuenta joven está destinada normalmente a personas de entre 14 y 35 años, aunque en algunos casos es posible que no te permitan abrir una cuenta joven hasta que alcances la mayoría de edad. La edad suele variar dependiendo de cada entidad bancaria.
Suelen ser cuentas bancarias sin comisiones por la realización de servicios básicos como administración, mantenimiento, transferencias o el uso de la tarjeta de débito. Sin embargo, sí que estarás obligado a tributar ante Hacienda en caso de que la entidad te ofrezca un determinado tipo de interés por los ahorros que deposites o te den algún regalo como dinero en efectivo, por ejemplo.
En algunos casos, las cuentas para jóvenes suelen ofrecer ciertas ventajas a la hora de contratar otro tipo de productos específicos para este público como son los préstamos para estudiantes.
Las cuentas bancarias online son aquellas cuya contratación es online, es decir, puedes contratarlas desde tu propia casa y la gestión operativa se llevará a cabo, por tanto, por internet. Generalmente, no suelen cobrar comisiones. Podemos hacernos con una cuenta de este tipo a través de los bancos online y de las entidades financieras tradicionales que operan tanto físicamente como de forma digital.
La cuenta negocios o también denominada cuenta para empresas están destinadas, como su propio nombre indica, a empresas, y en algunos casos a autónomos con el fin de gestionar y hacer crecer su negocio. Por ejemplo, las cuentas de Qonto están dirigidas especialmente a pymes, autónomos y freelance.
Suelen ser semejantes a nivel operativo con las cuentas corrientes para particulares con política de cero comisiones por gestiones básicas, devolución de recibos o tarjetas gratuitas, pero, en este caso, la cuenta negocios está diseñada para cubrir necesesidades empresariales. En este sentido, cualquier empresario que lo solicite puede llegar a disponer de un TPV o datáfono para cobrar en su establecimiento o tener acceso a productos de financiación en condiciones ventajosas.
La cuenta pensión es aquella cuyo principal requisito es la domiciliación de la pensión por parte del cliente para que a cambio pueda beneficiarse de una serie de ventajas como:
Las cuentas para boda son un tipo de cuentas bancarias que están dirigidas a aquellas personas que van a casarse. No existe una cuenta boda como tal, sino que podrás contratar un determinado tipo de cuenta bancaria, como cuenta corriente o cuenta ahorro, y utilizarla con este fin. Por ello, resultará imprescindible que prestes atención a las condiciones en las que te la ofrecen: comisiones, rentabilidad o vinculación con la entidad, entre otros.
Las cuentas bancarias para niños están diseñadas, generalmente, para menores de 18 años. Suelen ser cuentas bancarias sin comisiones y tampoco suelen exigir ningún tipo de requisito al cliente. Y, en la gran mayoría de casos, ofrecen una serie de ventajas extra como regalos, cierta remuneración por los ahorros, descuentos para actividades lúdicas...
Las cuentas bancarias se caracterizan por los siguientes aspectos:
Antes de abrir una cuenta bancaria, lo primero que debes hacer es una comparativa entre las cuentas bancarias existentes en el mercado. A partir de aquí, el proceso para abrir una cuenta bancaria dependerá de la vía que escojas para hacerlo, es decir, online o presencial.
Cómo abrir una cuenta bancaria vía online
Cómo abrir una cuenta bancaria de forma presencial
Dependiendo de la entidad financiera con la que te abras la cuenta bancaria y de las condiciones fijadas, los bancos suelen cobrar una serie de comisiones como son:
Como ya hemos comentando, cada banco cobrará un tipo de comisión u otra. Y en determinados casos puedes encontrarte con entidades que directamente supriman alguna de ellas o las reduzcan, pero aquí te exigirán otra serie de requisitos como, por ejemplo, la domiciliación de la nómina o ingresos mensuales.
No todas las cuentas bancarias tienen rentabilidad. Por ejemplo, con una cuenta remunerada, una cuenta ahorro o una cuenta nómina, puedes sacar rentabilidad a tu dinero.
Pero debes tener en cuenta que la remuneración que vayas a obtener no suele ser constante como ocurre con los depósitos a plazo fijo. Así, dependiendo del tipo de cuenta bancaria, ésta puede ser más elevada a lo largo de los primeros meses y después disminuir. Y además esta remuneración puede tener un límite, de tal forma que en determinadas cuentas bancarias se estipule una cuantía máxima por la que se puede obtener rentabilidad.
Depende, estarías obligado a declarar el dinero ante Hacienda pero solamenente por los rendimientos o beneficios que obtengas mediante una cuenta remunerada, de ahorros o por los regalos que recibas, ya que se consideran como rendimientos del capital mobiliario. La retención varía en función de las ganancias que obtengas:
En el caso de los regalos, también estarás obligado a tributar por ellos. Para calcular la parte que tenemos que pagar a Hacienda, hay que añadir un 20% al precio al que adquirió el producto la entidad. A partir de aquí, es necesario traducir su valor a euros para que así puedas saber el porcentaje que se aplicará dependiendo del rango económico en el que se ubique. Por ejemplo, nos regalan una televisión, cuyo coste de adquisición para el banco fue de 300€.
1. Cálculo del 20% sobre el precio al que el banco adquirió el objeto: 360€.
2. Cálculo del 19% aplicado: 68,4€. Por tanto, esto es lo que nos va a retener Hacienda.
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