Las tarjetas bancarias son una herramienta muy útil que nos pueden ayudar en nuestro día a día. Aunque hay muchos tipos de tarjetas diferentes muchos aún no sabemos distinguir para que sirve cada una. ¡Te lo explicamos en un abrir y cerrar de ojos!
Las tarjetas bancarias son un instrumento que nos da nuestro banco y que nos va a servir para acceder al dinero de nuestra cuenta.
Podemos usar nuestra tarjeta bancaria para sacar dinero del cajero sin tener que esperar colas en la sucursal de nuestro banco, pero también para pagar con ella directamente en las tiendas.
Existen diferentes tipos de tarjeta bancaria. La principal diferencia entre ellas es su funcionamiento.
Mientras que con unas solo podremos usar el dinero de nuestra cuenta o parte de él, otras nos van a permitir aplazar o incluso fraccionar los pagos que hagamos con ellas.
Las tarjetas de crédito son de las más utilizadas. Con esta tarjeta tendremos acceso a una línea de crédito para hacer nuestras compras, de ahí su nombre.
¿Pero esto qué significa? Significa que el dinero que estamos usando para pagar con nuestra tarjeta de crédito no es realmente nuestro, sino que el banco lo está pagando por nosotros.
Pasado un mes, tendremos que devolver al banco ese dinero que nos había adelantado. Pero lo bueno es que, si lo hacemos dentro de los plazos establecidos, no tendremos que pagar intereses.
Por lo cual, las tarjetas de crédito son una muy buena opción para repartir gastos en aquellos meses en los que se nos junta todo al mismo tiempo.
Tarjetas de débito, la tarjeta bancaria por excelencia. Con ella podemos acceder al dinero que tenemos en nuestra cuenta bancaria, ya sea para retirar efectivo en el cajero o para pagar en tiendas.
La diferencia de esta tarjeta con el resto es que solo vamos a poder gastar el dinero que tengamos en nuestra cuenta. Una vez nos lo hayamos gastado, no podremos seguir usándola.
Es por eso que será la tarjeta más apropiada para pagar nuestras compras diarias si no queremos usar efectivo.
Las tarjetas prepago son un tipo de tarjeta que tenemos que recargar con dinero para poder utilizarlas.
De esta manera, si cargamos 20€ en ella, por ejemplo, solo disponemos de esos 20€ para gastar en nuestras compras.
La principal ventaja de esta tarjeta es que añade un extra de seguridad, ya que no tiene acceso directo a nuestra cuenta bancaria, sino solo al dinero que carguemos en ella.
Por ello es la opción perfecta para comprar por internet o usar en viajes para no pasarnos de nuestro presupuesto.
Aunque estas tarjetas han estado en el punto de mira estos últimos años, pocos saben qué son realmente las tarjetas revolving.
Las tarjetas revolving son un tipo de tarjeta de crédito que nos va a permitir devolver el dinero que le debemos al banco mediante pagos mensuales.
De esta manera es igual que una tarjeta de crédito, pero nos va a permitir, si queremos, devolver esa deuda en mensualidades en vez de con un pago único.
Algo que tienes que tener muy en cuenta a la hora de contratar este tipo de tarjetas son los intereses que vamos a tener que pagar por nuestras compras.
Las tarjetas virtuales son tarjetas prepago que no suelen tener soporte físico. Es decir, muchas de ellas solo existen en la app o banca virtual de nuestra entidad.
Por esta razón, estas tarjetas solo nos van a permitir comprar por internet y no en tiendas físicas.
Aunque no tengan soporte físico como tal, seguiremos contando con la información necesaria como el número de tarjeta o el CVV. De esta manera podemos hacer nuestras compras online con total facilidad.
Las tarjetas monedero son tarjetas prepago. En ellas podemos meter el dinero que queramos e ir usándolo poco a poco.
Su nombre se debe a que su funcionamiento es muy similar al de una cartera. Metemos la cantidad que queramos y una vez que la hayamos vaciado no podremos comprar más.
La principal ventaja es que nunca tenemos acceso directo al dinero de nuestra cuenta por lo que, si la perdemos o nos la roban, solo podrán usar la cantidad que hayamos recargado en ella.
Las tarjetas de fidelización son tarjetas que emiten diferentes tiendas y marcas para fidelizar a sus clientes. A cambio, al usarlas, obtendremos descuentos y promociones especiales.
Estas tarjetas pueden servirnos para pagar, es decir, son tarjetas de crédito, o simplemente nos sirven para identificarnos como clientes.
Sea como fuere, con ella siempre vamos a disfrutar de servicios u ofertas exclusivas además de otras muchas ventajas adicionales.
Las tarjetas para empresas tienen un funcionamiento igual a la de una tarjeta de crédito convencional con la particularidad de que ofrecen servicios especiales para negocios. Por ejemplo, las tarjetas de Qonto incluyen un seguro para los viajes de negocio (retraso en vuelos, pérdida de equipaje, alquiler de vehículos etc).
Dependiendo del tipo de tarjeta bancaria que tengamos el funcionamiento va a ser diferente.
Una tarjeta de débito, como te hemos comentado anteriormente, nos sirve para usar el dinero de nuestra cuenta. De esta manera, cuando la usamos para pagar o retirar efectivo del cajero, se nos descontará esa cantidad inmediatamente.
Si es una tarjeta prepago o monedero el funcionamiento será igual, pero dependeremos de la cantidad de dinero que carguemos en la tarjeta y no del que tengamos en nuestra cuenta.
En el caso de que sea una tarjeta de crédito, el banco nos adelantará el dinero y nos pasará el pago el mes siguiente sin intereses. De esta manera el cargo no se reflejará en nuestra cuenta hasta que pase ese tiempo.
Si es una tarjeta revolving, ese pago aplazado se devolverá en cuotas mensuales. Por lo que, en vez de devolverlo todo del tirón, podemos elegir devolver pequeñas cantidades cada mes.
Las tarjetas bancarias se han convertido en el método de pago favorito para muchas personas. Esto es debido a las múltiples ventajas que ofrecen con respecto a pagar en efectivo.
Como todo, por muchas ventajas que tengan, las tarjetas bancarias también tienen sus puntos negativos. Algunas de las principales desventajas de las tarjetas son las siguientes.