Los fondos de inversión son un producto bancario que te puede ayudar a obtener una rentabilidad extra por esos ahorros ociosos que tienes en tu cuenta bancaria. Además, no tendrás que preocuparte por nada, una entidad gestora será la encargada de gestionar tu dinero para que obtengas beneficios al terminar el plazo acordado. Por ello son una de las maneras más sencillas de sacar provecho a tus ahorros. Te contamos cómo funciona este producto y qué puedes hacer para escoger el mejor fondo.
Un fondo de inversión es un producto bancario en el que se reúne el dinero de diferentes clientes para llevar a cabo unas determinadas inversiones y obtener una serie de beneficios. Estas inversiones las lleva a cabo una entidad gestora, la compañía encargada de gestionar el dinero y hacer las mejores inversiones posibles. De esta manera, tú no tienes que preocuparte por nada, ya que la entidad será la encargada de hacer cualquier tipo de gestión o cambio en la inversión.
Al ser inversiones colectivas, ya que participan muchos clientes, los resultados que se pueden llegar a obtener suelen ser bastante mejores de los que conseguirías si invirtieras por cuenta propia. Además, a todo ello debes sumarle la experiencia que tienen las entidades encargas de gestionar este tipo de productos.
Los fondos de inversión tienen un funcionamiento bastante sencillo. Cada uno de los clientes que participa en el fondo aporta una cantidad de dinero y la entidad gestora se encargará de hacer las inversiones pertinentes en función del tipo de fondo de inversión que hayas elegido.
Una vez todos los clientes han aportado su dinero, el patrimonio total se divide en participaciones, que se repartirán en función del dinero aportado al fondo. Es decir, cuanto más dinero inviertas en el fondo, mayor será tu número de participaciones.
Las inversiones que realiza la entidad gestora generarán unos resultados, pérdidas o ganancias, que recibirá cada partícipe según las condiciones que se especifiquen en el contrato y en función del número de participaciones que tenga cada uno.
Los fondos de inversiones tienen una serie de características que diferencian a estos productos bancarios de otras herramientas de inversión que se pueden encontrar en el mercado. Algunas de sus características más destacadas son las siguientes:
Existen muchas opciones para clasificar los diferentes tipos de fondo de inversión. Sin embargo, una de las más extendidas es fijarse en qué activos invierte cada fondo. De esta manera, podemos encontrarnos con 3 tipos de fondo de inversión; de renta fija, variable y mixta.
Estas son las formas más básicas que puede tomar un fondo de inversiones. Sin embargo, también existen otras diferentes en función de las estrategias de inversión, la liquidez y otros parámetros.
Como su propio nombre indica, los fondos de inversión en renta fija invierten principalmente en activos de renta fija. Por ello, la evolución de los tipos de interés de la inversión será lo que marque su rentabilidad. Por lo general el nivel de riesgo es menor que en otros fondos, ya que la renta es fija. Sin embargo, esta seguridad viene siempre unida a una rentabilidad más baja.
Este tipo de fondos de inversión son los más recomendables para aquellos clientes conservadores que no quieren poner en peligro sus ahorros y a los que no les importa renunciar a parte de la rentabilidad para obtener esta seguridad.
Los fondos de inversión de renta variable invierten mayoritariamente en activos de renta variable, como las acciones. Por ello, los rendimientos esperados solo se pueden estimar, ya que van variando con el paso del tiempo y las condiciones del mercado. Por ello, el nivel de riesgo de estos fondos es mayor que los de renta fija, aunque también ofrecen una mayor rentabilidad a cambio.
Estos fondos de inversión son recomendables para clientes más atrevidos cuyo objetivo es obtener la mayor rentabilidad posible de sus ahorros, sin importarles el aumento de riesgo que esto puede suponer.
Un producto que se encuentra entre medias de los dos que hemos explicado antes. De esta manera, los fondos de inversión mixtos distribuyen su inversión entre activos de renta fija y variable en diferentes proporciones. El nivel de riesgo y rentabilidad dependerá de la proporción de activos elegida. Así, cuanto mayor sea el porcentaje de la inversión que se destina a activos de renta variable, se conseguirá una mayor rentabilidad, pero también riesgo.
Debido a su gran flexibilidad, este tipo de fondo de inversión es recomendable para un gran abanico de perfiles, ya que dependiendo de su configuración se pueden obtener niveles de riesgo y rentabilidad muy variados.
Estos fondos de inversiones aseguran al cliente recuperar el capital que ha invertido, pero no garantizan una rentabilidad futura determinada y pueden ser en renta variable o fija. De esta forma, obtendrás el 100% de la inversión hecha, pero la entidad no asegura que recibas beneficios por el fondo, excepto en el caso de que sea un fondo de inversión garantizada en renta fija
Estos fondos tienen un nivel de riesgo muy bajo, sin embargo, suelen tener un horizonte temporal bastante largo. Por ello, suelen requerir que los clientes mantengan el dinero en el fondo durante un periodo de tiempo más largo que el de los fondos no garantizados.
Los fondos de inversión tienen siempre, salvo que se especifique lo contrario, unas determinadas comisiones; las comisiones de un fondo de inversión son de gestión, depósito, reembolso y suscripción. Estas comisiones están reguladas por ley y no pueden superar unos determinados porcentajes.
Elegir un buen fondo de inversión es una tarea compleja pero no imposible. Lo primero que debes de tener en cuenta son tus necesidades, tanto personales como financieras, y el objetivo que quieres conseguir con esa inversión que quieres hacer. Después de esto, solo tienes que buscar aquel fondo que mejor te ayude a cumplir esos objetivos ateniéndose siempre a tu situación personal. Esta es la única fórmula para conseguir los mejores fondos de inversión posibles.
Los fondos de inversión, al igual que ocurre con el resto de productos de inversión, tienen una serie de ventajas y desventajas. Estas características te ayudarán a decidir si este producto bancario es la opción indicada para ti en este momento.
Las principales ventajas que presentan estos productos están relacionadas con su facilidad o la posibilidad de realizar inversiones en sectores muy diferentes:
Aun así, los fondos de inversión también tienen puntos negativos que pueden hacer que no sean la mejor opción para algunos clientes:
Si estás interesado en participar en un fondo de inversión determinado, tienes 2 vías diferentes para ello. La primera sería acudir a tu entidad bancaria para participar en el fondo. Los bancos suelen ofrecer una gran variedad de fondos de inversión, tanto propios como de entidades externas, que sus clientes pueden contratar de manera fácil. La segunda opción sería acudir directamente a la entidad que gestiona ese fondo en el que quieres participar.
Acudir a nuestra entidad bancaria será la vía más fácil, ya que las entidades gestoras no suelen comercializar estos productos al cliente final, sino a través de intermediarios. Sin embargo, al hacerlo a través de tu banco, lo más seguro es que tengas que pagar alguna comisión extra.
La principal ventaja fiscal de los fondos de inversión es que no tendrás que incluir los beneficios en la declaración de la renta hasta el momento de su reembolso.
Así, podrás gestionar tus fondos o recibir sus rendimientos sin ninguna preocupación. Eso sí, en el momento del reembolso los beneficios obtenidos por la inversión se utilizarán para calcular el IRPF. La fiscalidad de los fondos de inversión de inversión seguirá los siguientes porcentajes:
Los fondos de inversión son productos arriesgados, pero que te pueden ayudar a conseguir una rentabilidad por tu dinero de manera sencilla. Así, si tienes ahorros suficientes, puede que acceder a un fondo de inversión sea la mejor opción para sacar partido a ese dinero ocioso. Además, existen diferentes niveles de riesgo y rentabilidad, por lo que siempre puedes optar por el fondo que mejor se adapte a tus necesidades. En cuanto a su rentabilidad media, en 2019 los fondos de inversiones pasaron por uno de sus mejores momentos, obteniendo una rentabilidad media del 5,5% según Inverco. Sin embargo, según la situación actual, estos resultados no parece que se vayan a mantener durante este año o los siguientes.
Para participar en un fondo de inversión no es necesario contar con una gran cantidad de dinero. Aunque sí que es cierto que la posibilidad de hacer una inversión inicial más elevada te permitirá acceder a un mayor número de fondos de inversión, existen muchos fondos que, o bien no tienen un mínimo para la inversión inicial, o presentan un límite muy bajo accesible para casi todos los clientes.
En el caso de que el banco en el que se encuentra depositado el fondo de inversión quiebre, no perderás el dinero. Aunque suene incomprensible, el dinero del fondo de inversión se encuentra separado del balance del banco y la entidad no puede prestar ese dinero a otras entidades o clientes. De esta manera, el riesgo de tu fondo de inversión es mucho mejor, ya que el dinero siempre estará disponible y podrás recuperarlo en cualquier momento. Incluso si el banco quiebra o desaparece.
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