Solicitar una hipoteca a 40 años exige unos requisitos más rigurosos dado el alargado plazo de amortización y los riesgos que puede conllevar. ¿Quieres saber cuáles son?
Aunque no es lo más común, ya que la mayoría de las hipotecas se suelen devolver en un plazo máximo de 30 años, las entidades financieras suelen contar con un número reducido de hipotecas a 40 años.
Las opiniones sobre una hipoteca a 40 años suelen ser muy variadas. Solicitar y que te concedan una hipoteca a 40 años dependerá de la situación económica y profesional de cada uno, además de la edad que tengas, entre otros factores. Y es que cuanto mayor es el plazo, más intereses tendrás que pagar, aunque la cuota mensual sea más baja. Por ello, acabarás pagando más por este tipo de préstamo.
¿Para qué se piden hipotecas a 40 años?
Actualmente, las hipotecas a 40 años sólo se aplican a viviendas habituales y no a segundas residencias, cuyos plazos de amortización suelen ser menores.
Las hipotecas a 40 años suelen ser de tipo variable debido a su largo plazo de amortización. Por lo general, no suele haber hipoteca a 40 años fija, ya que estas se suelen devolver en un período como máximo de 30 años.
Por tanto, al ser variable, tenemos que tener en cuenta que la cuota mensual que tendremos que abonar irá variando a lo largo del tiempo, al depender del índice de referencia del euríbor. Si éste sube, la cuota se encarecerá, y si baja, ocurrirá al contrario.
Si eres de los que quieres que tu hipoteca sea a 40 años, antes debes tener en cuenta los requisitos que debes cumplir para saber si puedes acceder a ella o no.
Las hipotecas a 40 años cuentan con las siguientes ventajas:
Entre las desventajas de las hipotecas a 40 años, podemos encontrar: