Estás en ese momento de tu vida en el que quieres comprarte un segundo inmueble y deshacerte del primero. Pedir un préstamo puente te puede solucionar la vida. Te contamos todo lo que tienes que tener en cuenta si quieres solicitar uno.
Un préstamo puente es un tipo especial de préstamo que algunas entidades financieras conceden cuando existe una necesidad inmediata de financiación por parte de los clientes.
Al igual que un puente une dos puntos permitiendo el paso entre uno y otro, con este tipo de préstamo puente se garantiza una financiación intermedia entre la tramitación de dos préstamos de mayor duración. De esta forma, se logra que el cliente que lo solicita, quien necesita dinero inmediatamente, pasa a un estado en el que consigue financiación a corto plazo para finalmente alcanzar su objetivo.
Usos del préstamo puente
Al préstamo puente se le conoce asimismo como hipoteca puente. Y es que, aunque también se pueda solicitar con una finalidad empresarial, el uso más frecuente de este tipo de préstamos es que se conceda para ofrecer financiación a todo aquel que quiera comprarse una nueva vivienda sin necesidad de vender la que ya posee en un corto período de tiempo.
Como ya hemos comentado anteriormente al préstamo puente también se le conoce como hipoteca puente. ¿Por qué? Porque este tipo de préstamos habitualmente se utiliza con este fin. Y es que suelen ser solicitados por los clientes cuando quieren comprar una nueva vivienda pero aún tienen pendiente el pago de la hipoteca del anterior hogar.
Para este tipo de circunstancias, las entidades financieras ofrecen estos préstamos puente hipotecarios, que permiten aunar los dos préstamos y dispondrás de un período de entre 2 y 5 años para vender tu antigua residencia.
Un préstamo puente se caracteriza por:
Por ejemplo, imaginemos que la vivienda en la que vivimos actualmente se nos ha quedado pequeña y encontramos una nueva residencia, que queremos comprar, con más espacio. En estas circunstancias, deberíamos solicitar un préstamo puente para esta vivienda que nos permita obtener liquidez a corto plazo y contemos con un período de tiempo prudente para vender nuestra casa actual sin hacerlo rápidamente.
Solicitar un préstamo puente tiene, como todo, sus ventajas y desventajas. En cuanto a las ventajas:
Pero también tiene sus desventajas se encuentra un acceso complicado por parte de los clientes. Y es que se exigen el cumplimiento de requisitos más rigurosos que aseguren ingresos suficientes por parte del cliente que solicita el préstamo para hacer frente a la devolución del mismo. Por ello, suelen estar dirigidos a clientes determinados de las entidades financieras.
¿Qué ocurre si no vendemos el bien inmueble?
Otro de los grandes inconvenientes para el deudor se da en el caso de que no sea capaz de vender el bien inmueble en el período de tiempo que marque la entidad financiera, ya que además estará obligado a devolver la totalidad del préstamo, es decir, tanto el capital prestado por el banco como los intereses generados.
Cuando solicitas una hipoteca, amortizas tanto el capital como los intereses en las cuotas que pagas mensualmente. Sin embargo, en el caso del préstamo puente, debes saber que tienes tres vías diferentes de abonar estas cuotas: