Si aún no has acabado de pagar tu vivienda actual, pero por cualquier situación necesitas comprar una casa nueva, las hipotecas puente pueden ser una buena opción.
Una hipoteca puente es un préstamo hipotecario que está diseñado para esos momentos en los que queremos adquirir una nueva vivienda, pero aún no hemos acabado de pagar la que tenemos actualmente.
De esta manera, la hipoteca puente nos permite aunar en un mismo pack la deuda pendiente de nuestra actual vivienda y de la que queremos comprar. El banco nos dará un tiempo determinado para vender el antiguo inmueble.
Las hipotecas puente nos permiten combinar la deuda de ambas viviendas en un mismo contrato. De esta forma, deberemos al banco lo que nos faltaba de pagar de nuestra antigua casa más lo que nos preste para comprar la nueva.
Es importante saber que, como garantía, tendremos las dos viviendas. Por lo que, en caso de impago, perderemos ambas propiedades, lo que añade bastante riesgo a este préstamo.
Aun así, el banco nos dará un tiempo para vender nuestra antigua casa. Este plazo suele ser de 2 a 5 años y, durante este, la entidad nos puede ofrecer ciertas ventajas para ir devolviendo la deuda de manera más cómoda.
Una vez hayamos vendido nuestra anterior propiedad, la hipoteca puente pasará a ser una hipoteca convencional y podremos usar el dinero obtenido de la venta para devolver la deuda acumulada.
Como te comentábamos antes, durante ese plazo de 2 a 5 años que nos dé nuestro banco para vender nuestra anterior vivienda, nos ofrecerá 3 opciones diferentes para devolver la deuda.
Una vez acabado el plazo tendremos una cuota normal, pero mientas tanto podemos elegir entre:
Aunque los bancos no suelen publicitar este tipo de hipotecas, casi todas las entidades ofrecen la posibilidad de cambiar tu hipoteca actual por una hipoteca puente.
Para ello, es recomendable que te pongas en contacto con tu banco y preguntes sobre la posibilidad de este cambio y las condiciones que obtendrías por él.
A la hora de contratar una hipoteca puente, el banco va a ser un poco más riguroso en cuanto al análisis de tu caso, puesto el riesgo de este préstamo es más elevado que el de una hipoteca convencional.
Como con el resto de las hipotecas, el banco comprobará que nuestros ingresos son suficientes para hacer frente al nuevo importe de las cuotas mensuales.
Además, también debemos contar con ahorros para hacer frente a la parte de la vivienda que no nos cubrirá la hipoteca. Sin embargo, si lo que nos queda por pagar de nuestra antigua casa no es mucho, el banco puede que se ofrezca a financiar la totalidad de la nueva vivienda.
Una hipoteca puente puede tener una gran cantidad de ventajas para nosotros si estamos pensando en comprar una nueva casa:
Aunque estos préstamos hipotecarios nos ponen más fácil cambiarnos de vivienda, también vienen con riesgos asociados:
Las hipotecas puente no son la única opción disponible si lo que queremos es adquirir una nueva vivienda. Entre otras opciones podemos encontrar: