Los préstamos sin aval están siendo un líder estos meses. Con los préstamos sin aval tienen como finalidad que un bien o una persona no se haga cargo de tu deuda en caso de impago. Te contamos todo lo que se necesita saber para pedir uno, además de sus ventajas. Quédate y descúbrelo todo sobre los préstamos sin aval.
Todas entidades financiaras quieren cerciorarse de que de una manera u otra el préstamo va a ser cobrado sin problemas. Por eso algunas de estas entidades deciden utilizar un aval como condición de pago.
Sin embargo, existen empresas financieras que te permiten préstamos sin aval, pero tendrás que presentar otras garantías.
Un préstamo sin aval tiene varias ventajas:
El avalista en un préstamo es una persona o una empresa que se hará cargo de continuar con los pagos si el titular del préstamo no puede hacerlo. Por lo tanto, un avalista es una garantía de pago para la entidad financiera que concede el préstamo.
Depende de qué tipo de préstamo se quiera y la liquidez de dinero además de otros aspectos del cliente, deberá ser obligatorio un avalista. Aunque esto no es una ciencia cierta y cada persona requiere unas condiciones diferentes.
Existen diferentes tipos de aval para conseguir un préstamo, estos se dividen según la obligación que se garantice:
Para pedir un préstamo sin aval se deberá de cubrir unos requisitos principales. Aunque se cumpla todos estos criterios quizás no sea concedido dicho préstamo sin aval. Cada persona cuenta con unas situaciones que serán estudiadas por la entidad financiera online. Ellas son las que deciden si será o no aprobado el préstamo sin aval a dicha persona.
Los requisitos son:
Al pedir un préstamo sin aval hay que tener conciencia que la entidad financiera se arriesga más al dejar dinero porque, de una manera u otra no sabe con certeza que ese dinero se le va a devolver. Por lo tanto, hay que tener claro que las entidades que se dedican a los préstamos sin aval ponen peores condiciones en gastos y tipos de interés.
Un préstamo sin aval es más caro que un préstamo con aval. Pero que no quepa duda que un préstamo con Asnef sin aval es más caro que cualquier otro.
No es lo mismo un préstamo sin aval que un préstamo sin nómina. Como veíamos antes es necesario tener unos ingresos mensuales, por ejemplo un nómina, para pedir un préstamo sin aval. Y para pedir un préstamo sin nómina se necesita un aval.
Aunque si se tiene otra serie de justificantes que garanticen que se puede hacer frente al préstamo podrás pedir tanto un préstamo sin nómina ni aval como un préstamo sin aval y sin nómina.
En el caso de encontrarse en el fichero de morosos, más conocido como Asnef, también se puede pedir un préstamo sin aval. Pero los préstamos con Asnef sin aval traen consigo unas comisiones y tipos de intereses más altos.
Para poder pedir un préstamo con Asnef sin aval se deberá de cumplir los siguientes aspectos:
Es muy probable que no haya inconvenientes en conseguir un préstamo con Asnef sin aval si se presenta las garantías suficientes al prestamista.
Los préstamos con Asnef sin aval no ofrecen cantidades altas de dinero. Así que si se necesita una gran cantidad de dinero tendrás que tener un aval o un avalista.
Primero hay que diferenciar entre crédito y préstamo. Con un préstamo se tiene que devolver: el importe + sus intereses hayas utilizado o no todo el dinero que pediste. Con un crédito tendrás que devolver: el importe total + los intereses del dinero que usaste.
Por ejemplo, si pides un préstamo 3.0000 euros sin aval, pero solo usas 2.000€ deberás de devolver los 3.000€ + todos sus intereses.
Pero si pides un crédito de 3.000 euros sin aval y solo usas 1.500€ deberás de devolver los 3.000€ + solo los intereses de los 1.500€ que usaste.
Hay un máximo de crédito sin aval, este es hasta 40.000€ a devolver en 72 meses, pero como cada persona y situación es diferente, puede que esa cantidad máxima varíe.