Roams Logo
×

Línea de crédito: qué es y cómo funciona

logo Roams
Última actualización: 20 de diciembre de 2023
Isbelt Martín
572 personas han leído este post en los últimos 12 meses
En pocas palabras

En situaciones en las que los gastos se acumulan, tener una hucha de emergencia siempre viene bien. Con una línea de crédito conseguirás justo eso, un pequeño extra que puedes tener por si acaso. Son muy usadas por empresas y autónomos, pero también por particulares. Te explicamos cómo funciona y en qué se diferencia de un préstamo.

¿Qué es una línea de crédito?

Una línea de crédito es una forma de financiación, para empresas y particulares. Es, en esencia, un dinero extra que el banco te permite utilizar durante un tiempo determinado, un año, tres meses... Lo que elijas.

Este dinero extra que le pidas al banco estará disponible durante todo ese tiempo en una cuenta bancaria, y pagarás intereses solamente por la cantidad que vayas usando. En esencia, funciona como el límite de crédito de una tarjeta: puedes disponer de ese dinero, durante un mes, y solo pagarás por el importe utilizado.

Importe que podrás devolver cuando quieras, por lo que, además, solo pagarás por el tiempo que lo hayas estado usando. Y una vez devuelto, volverá a estar disponible para que lo solicites, si lo necesitas, hasta la fecha de vencimiento de la línea.

La diferencia es que las tarjetas de crédito solo suelen cobrar intereses si optas por devolver a plazos la cantidad usada, mientras que una línea de crédito siempre tendrá un coste para el usuario, incluso aunque no llegues a tocar el dinero.

Veámoslo con un ejemplo...

Si pides una línea de crédito para tres meses de 2.000€, pero en ese momento solo necesitas usar la mitad, solo pagarás por los 1.000€ que has gastado.

También es posible que, más adelante, tengas que volver a echar mano de tu línea de crédito. Como todavía te quedan 1.000€ disponibles, puedes usar cuanto necesites hasta esa cantidad. Si usas otros 500€ de la línea de crédito, cuando llegue la fecha límite solo pagarás intereses por los 1.500€ utilizados, y de manera proporcional por el tiempo que has dispuesto de ellos, y no por los 2.000€ enteros.

¿Qué diferencia hay entre una línea de crédito y un préstamo?

La principal diferencia entre un préstamo y una línea de crédito es que, en esta última, solamente pagarás por el dinero que utilices, y de manera proporcional al tiempo que lo hayas utilizado.

Imagínate que pides un préstamo de 2.000€. Lo uses o no, vas a tener que devolver al banco esos 2.000€, más los intereses. En el caso de una línea de crédito, solo pagas por el dinero que uses, independientemente de la cantidad de dinero que haya puesto a tu disposición el banco.

Además, con una línea de crédito se pagan intereses por tener ese dinero disponible, más los intereses por la cantidad de dinero que finalmente uses, en función del tiempo durante el que has usado dicho dinero.

Como estas líneas de crédito se suelen usar para situaciones muy puntuales, los intereses del dinero que tengas que devolver se contabilizarán en días.

¿Qué diferencia hay entre una línea de crédito y una tarjeta de crédito?

Una línea de crédito no es exactamente igual a una tarjeta de crédito, aunque son dos productos financieros muy similares: un banco pone a tu disposición una determinada cantidad de dinero y tú decides si lo usas o no, y pagas en función de cuánto utilices.

Pero hay varias diferencias. Para empezar, el plazo de una y otra. Una línea de crédito se suele pedir por largos periodos de tiempo, seis meses o un año, e incluso más, mientras que las tarjetas cierran su facturación mes a mes.

Por otro lado está la cuantía. Rara es la tarjeta de crédito que ponga a disposición de sus clientes 5.000€ o más (salvo que estemos hablando de tarjetas para empresas), mientras que una línea de crédito, dado que están pensadas para gastos empresariales, suelen firmarse por cuantías mucho más elevadas.

Y, por último, está la cuestión de los intereses. Una línea de crédito tiene un coste por su apertura, como algunas tarjetas por su emisión, pero te cobrará intereses por días, mientras que en una tarjeta los intereses de los pagos aplazados son mensuales.

¿Para quiénes están dirigidas las líneas de crédito?

Como puedes ver por su funcionamiento, estas líneas de crédito están destinadas para situaciones específicas en las que sea necesario un dinero extra que ha de ser posible devolver en un periodo de tiempo muy corto.

Por ejemplo, es un instrumento financiero muy útil para empresas o autónomos que necesitan pagar determinadas facturas o impuestos, pero todavía no han recibido los pagos de sus clientes.

Con una línea de crédito pueden pagar salarios o determinados impuestos, y devolver el dinero una vez los clientes hayan pagado sus deudas. En ese sentido, es muy similar al factoring, o adelanto de facturas; la diferencia es que la línea de crédito se puede utilizar para otros fines, no solo para pagar facturas.

Además, los particulares también pueden pedir una de estas líneas de crédito. Si en una temporada específica prevés que se te van a juntar muchos gastos, puedes optar por esta solución para tener una ayuda extra. Sin embargo, para particulares suele ser mucho más rentable hacer uso de una tarjeta de crédito, un producto mucho más sencillo, o un préstamo. Dependerá de la cantidad de dinero que necesites, y tu capacidad para devolverlo.

Eso sí, solamente debes recurrir a esta opción si sabes que vas a poder devolver este dinero en poco tiempo, ya que pagarás intereses por cada día que tardes en devolver la cantidad.


¿Cómo funciona una línea de crédito?

Aunque las líneas de crédito parezcan un producto complicado, en realidad no tienen ningún misterio. Lo mejor para comprender cómo funcionan las líneas de crédito es con un ejemplo.

Pongamos que pides al banco una línea de crédito por un valor de 2.000€ y te la conceden por 3 meses. El banco te dará acceso a esta nueva cuenta donde están los 2.000€ que has pedido y que podrás usar durante esos 3 meses.

  1. Digamos, por ejemplo, que el primer mes usas 500€ de la línea para pagar una nueva televisión. Al gastar esos 500€ en la línea de crédito te seguirán quedando 1.500€ restantes (2.000-500).
  2. También, durante este mes, debes arreglar una fuga en tu baño, por la que pagas otros 500€. En tu línea sigues teniendo disponibles 1.000€ (1.500-500).
  3. Al mes siguiente, al recibir tu nómina, devuelves los primeros 500€ (más sus respectivos intereses). En la línea de crédito volverás a tener disponibles 1.500€ de nuevo.
  4. Como la vida no te sonríe mucho, te ves obligado a pagar otros 1.000€ para arreglar el coche. Usas el dinero de la línea de crédito, por lo que te quedarán 500€ disponibles solamente (1.500-1.000).
  5. Al inicio del tercer mes devuelves 1.000€ (con intereses) al recibir otra nómina, de modo que en la línea de crédito habrá entonces 1.500€. Si en este mes no incurres en ningún gasto extra, cuando termine pagarás los 500€ que te quedan por devolver, más los intereses. Así, tu línea de crédito tendrá 2.000€ de nuevo y podrá ser cerrada, o renovada por otros tres meses si así lo deseas.

Como puedes ver, la línea de crédito es como una pequeña hucha que puedes ir usando y volviendo a rellenar, según tus necesidades.

Lo único importante que debes tener en cuenta es que, al final del periodo que hayas acordado con el banco, deberás haber devuelto la totalidad del dinero, más los intereses. Dichos intereses se pagan en función de los días que hayas dispuesto del dinero, por lo que cuanto antes lo devuelvas, menos te costará a la larga.


¿Con qué finalidad se contrata una línea de crédito?

Las líneas de crédito se contratan para hacer frente a gastos que no puedes hacer frente en un momento concreto, pero que vas a poder devolver en poco tiempo.

El mejor caso para ejemplificar esto es el de una empresa. Las compañías tienen que hacer frente a pagos en unos momentos concretos (sueldos, IVA...) que, a lo mejor, no pueden afrontar en ese momento determinado, ya que su liquidez suele depender de que sus clientes cumplan previamente con sus pagos.

Si el cliente no paga a la empresa, esta no puede hacer frente a sus propios pagos. Y ahí entra en juego la línea de crédito. Mientras espera a que los clientes paguen, puede usar la línea de crédito para pagar las facturas o sueldos, y después devolver el dinero que haya necesitado.


Mejores líneas de crédito

Estas son algunas de las líneas de crédito más conocidas:

  • Línea de crédito en el Santander: en el Banco Santander puedes acceder a una línea de crédito para empresas. Lo bueno de este producto es que junta todos los productos financieros para tu empresa (línea de crédito, descuento comercial, avales...) bajo un mismo contrato, por lo que ahorras costes al necesitar solo una firma notarial y un único estudio de riesgo global.
  • Línea de crédito en el BBVA: si necesitas liquidez para tu negocio, el BBVA te ofrece una línea de crédito de hasta 50.000€ al año, sin justificación de gastos y que se puede contratar online.
  • Línea de crédito con La Caixa: en CaixaBank ofrecen líneas de crédito a particulares de hasta 3.000€. En CaixaBank no tendrás comisiones de estudio, apertura o cancelación y te permite elegir cómo devolver el dinero que has utilizado. Para empresas, ofrece soluciones todo en uno (confirming, leasing, avales...), en forma de cuenta de crédito.
  • Línea de crédito con Cetelem: esta popular entidad de préstamos rápidos no dispone de una línea de crédito como tal, sino que ofrece tarjetas de crédito para cubrir esa necesidad.
  • Línea de crédito con Cofidis: en Cofidis tampoco puedes contratar una línea de crédito, al menos como se entiende como tal. En su lugar, ofrece préstamos a medida (crédito directo) y tarjetas de crédito.

Otra posibilidad son las tarjetas de crédito de los bancos, aquellas tarjetas que ponen a tu disposición una determinada cantidad de dinero que puedes gestionar a tu antojo, y que devolverás en función de cuánto dispongas.


Opiniones sobre las líneas de crédito

Las líneas de crédito son un producto financiero que de salida puede parecer muy complejo, pero que en realidad no lo es tanto. Tiene muchas ventajas para aquellos clientes que sepan hacer uso de él, y también algunos inconvenientes que es preciso conocer para evitar disgustos.

Ventajas de las líneas de crédito

La manera en la que funcionan las líneas de crédito hace que tengan una serie de ventajas muy marcadas:

  • Flexibilidad: con una línea de crédito puedes pedir una cantidad de dinero determinada y usar solamente la que necesitemos en ese momento. De esta manera solo pagarás por lo que de verdad necesites.
  • Comodidad: puedes negociar con el banco cómo vamos a devolver las cantidades utilizadas, ya sea mediante un único pago o pagos mensuales.
  • Facilidad de pago: solo pagarás intereses por el importe gastado, y estos se generarán hasta que lo devuelvas. Si no te demoras en devolver el dinero que uses de la línea de crédito, no te saldrá tan cara.
  • Las líneas de crédito son renovables: una vez termine el plazo por el que se firmó la línea de crédito, y hayas devuelto todo el dinero dispuesto más los intereses, podrás renovarla con el banco, y volver a disponer del dinero.

Desventajas de las líneas de crédito

Aunque las líneas de crédito tienen unas ventajas muy marcadas, estas también se pueden convertir en inconvenientes para ti. Algunas de estas desventajas son las siguientes:

  • Intereses más elevados: los intereses que se pagan por el dinero prestado son más elevados que en un préstamo convencional.
  • Otros costes: abrir una línea de crédito "por si acaso" y no usarla no es gratis. Tu banco siempre te cobrará algo, como comisiones de apertura o similares.
  • Más limitadas: la cantidad de dinero que te prestará el banco suele ser más pequeña que la que puedes conseguir con un préstamo personal.

Requisitos para contratar una línea de crédito

Para pedir una línea de crédito tienes que cumplir una serie de condiciones bastante parecidas a las de cualquier otro producto financiero:

  • Ser mayor de edad.
  • Tener una cuenta bancaria en un banco español.
  • Tener unos ingresos periódicos justificables: debes demostrar que mensualmente dispones de una cantidad de dinero determinada, por ejemplo, con tu nómina.

Si cumples estos requisitos, podrás pedir una línea de crédito en tu banco. Pero cumplirlos todos no significa que te la vayan a conceder con total seguridad, ya que, como producto financiero, su aprobación está sujeta al escrutinio de ti como cliente por parte de la entidad.

Si tienes una empresa, los requisitos serán similares, pero deberás demostrar la viabilidad económica de tu negocio, en lugar de tus ingresos.


¿Cuál es el importe mínimo y máximo de una línea de crédito?

Al ser un producto muy flexible, puedes encontrarte con que hay líneas de crédito por valores muy diferentes. Al ser un producto que se usa durante un periodo de tiempo muy corto, hay disponibles líneas de crédito por valores tan pequeños como 100€. Este sería uno de los importes mínimos. Si necesitas un poquito más de solvencia, también es posible contratar líneas de crédito por un valor de unos 4.000€.

Hay pocos supuestos en los que una línea de crédito sea realmente rentable para los gastos de un particular. Por eso, si no vas a necesitar mucho dinero, una buena opción son las tarjetas de crédito; si, por el contrario, necesitas más de 5.000€, probablemente te salga más a cuenta pedir un préstamo personal a tu banco.

Si hablamos de líneas de crédito empresariales, estas suelen rondar valores en torno a los 50.000€, ya que los gastos de este tipo de cliente suelen ser mucho más elevados que los de un particular, pero también debería poder devolver el dinero que use en un plazo más corto (en cuanto vuelva a tener liquidez tras recibir el pago de sus clientes).


¿Qué plazos tengo para devolver la línea de crédito?

El plazo que tienes para devolver el dinero de tu línea de crédito dependerá cada entidad financiera. Los bancos estudian cada caso para determinar cuál será tu plazo máximo de devolución.

Aún así, este plazo suele ser generalmente de 1 año, aunque también los podemos encontrar más largos o cortos, de 3-4 meses o varios años.

No obstante, a diferencia de un préstamo o una tarjeta de crédito, no estás obligado a pagar todo lo dispuesto mes a mes o en la fecha de vencimiento, aunque puedes hacerlo. Una línea de crédito te da flexibilidad para que vayas pagando por el dinero que hayas usado en cuanto puedas. De ese modo, además, "recargarás" tu línea de crédito, y podrás seguir usándola hasta que llegue la fecha límite.


¿Hay líneas de crédito que acepten ASNEF?

Como con la mayor parte de productos financieros, como tarjetas de crédito o préstamos, conseguir una línea de crédito con ASNEF es bastante complicado.

Para determinar la cantidad y el plazo de tu línea de crédito el banco hará un análisis de tu solvencia, y estas listas de morosos son una de las cosas que comprobarán.

Si tu nombre aparece en esta lista, es muy poco probable que acepte tu solicitud. Como alternativa, puedes pedir, por ejemplo, una tarjeta de crédito inmediata.


Preguntas frecuentes sobre las líneas de crédito

¿Una línea de crédito es inmediata?

Aunque los tiempos de respuesta han mejorado mucho en los últimos tiempos, una línea de crédito no tiene por qué ser inmediata, ya que es un producto financiero y como tal su aprobación depende del estudio que el banco haga del cliente que lo solicita. Sí será inmediata, en la mayoría de los casos, su renovación.

¿Qué es mejor, una línea de crédito o un préstamo?

Una línea de crédito será mejor que un préstamo en determinadas circunstancias, y viceversa. Por lo general, los préstamos resultan más baratos en cuestión de intereses, pero solo son recomendables si vas a utilizar su importe íntegro, ya que vas a pagar intereses uses o no todo el dinero.

¿Qué es más barato, una línea de crédito o una tarjeta de crédito?

Las líneas de crédito suelen tener un tipo de interés más bajo que el de las tarjetas de crédito, según el Banco de España (1) . Los intereses de las líneas de crédito están a medio camino entre los préstamos (7%) y las tarjetas (18%).

Consigue el préstamo con las mejores condiciones

Fuentes del artículo
  1. Banco de España. Tipos de interés de préstamos y créditos a hogares e ISFLSH y sociedades no financieras. https://www.bde.es/webbde/es/estadis/infoest/bolest19.html
Nuestra metodología
Roams ofrece un servicio informativo y de comparativa gratuito, que trata de ayudar a cualquier persona a encontrar el producto que mejor se adapte a sus necesidades. Para asegurarnos de que los datos presentados sean correctos, se realizan investigaciones de mercado y análisis exhaustivos de productos. Nuestra base de datos de hipotecas, préstamos, cuentas, tarjetas y depósitos se actualiza todos los días. El contenido lo revisa de manera frecuente un equipo de redactores con experiencia previa y/o formación específica en finanzas.

Personas que han participado en este post:

Isbelt MartínRoams
Actualizado por Isbelt Martín

Isbelt es graduado en Administración y Dirección de Empresas. Experto en marketing digital, tiene más de 5 años de experiencia acercando las condiciones de los distintos productos financieros a los consumidores. Isbelt se encarga de releer la letra pequeña de los préstamos, hipotecas, cuentas y tarjetas en Roams.

Nadia Pérez
Editado y revisado por Nadia Pérez
 Pablo Vega
Productos verificados por Pablo Vega