Necesitas dinero, pero nadie te da un préstamo. Pueden ser muchas las razones para denegar un crédito, pero hay cuatro que destacan por encima del resto. Y hay, además, varias maneras de conseguir ese préstamo tan necesario. Solo es necesario hacer las cosas bien.
Pedir un préstamo es ahora más fácil que nunca, pero eso no garantiza que siempre se concedan. Se siguen denegando, y los motivos que llevan a las entidades a no conceder préstamos a determinados clientes son muchos y variados.
Y no, no es que las distintas compañías se hayan vuelto más exigentes que nunca. De hecho, los préstamos rápidos apenas tienen papeleo y requisitos, pero aún así muchos son denegados. ¿Por qué? Porque hay una determinada serie de líneas rojas que ninguna entidad está dispuesta a cruzar.
Hay clientes que, por sus características, suponen un riesgo que nadie quiere asumir a la hora de prestarles dinero. Y el problema es que esto puede ser una espiral de la que es muy difícil salir.
Si te encuentras en la tesitura de ver denegado uno tras otro todos los préstamos que pides, no te preocupes. Te explicamos los motivos que han podido provocar esta situación, para que de ese modo puedas ponerle remedio.
Los motivos que pueden llevar a un banco o prestamista a rechazar la concesión de un crédito son numerosos, pero hay cuatro que suponen la mayoría de las denegaciones de préstamos.
Aunque algunos motivos son de lo más variopinto (hay a quien le han rechazado un préstamo por no haber podido ser contactado por el prestamista una vez solicitado), por lo general la situación económica, financiera y laboral del cliente es determinante.
Veamos cuáles son las principales razones por las que las entidades rechazan los préstamos que les piden, así como algunas otras no tan comunes, pero que conviene tener presentes.
El de ASNEF es el registro de morosidad (o lista de morosos, para entendernos) más popular de España. Aunque ver tu nombre inscrito en él es desesperantemente sencillo (puede bastar con no haber pagado tus facturas telefónicas), no siempre es un veto a la solicitud de préstamos.
Para que un préstamo se rechace por estar el cliente en ASNEF, la deuda de este suele ser notable. Es decir, aunque hay empresas para las que estar en un registro de morosos es motivo de denegación inmediata, otras son algo más comprensivas, y admiten clientes con deudas de 500€, 1.000€ y hasta 2.000€.
Ahora bien, también influye con quién haya sido contraída esa deuda. Si es con un proveedor de internet, y, como hemos visto, su importe no es muy elevado, puede tener un pase; si la deuda se contrajo con una entidad financiera, nadie se arriesgará a prestarte dinero.
En caso de necesitar urgentemente dinero de un montante no muy elevado y asumiendo sus altos intereses, incluso estando en ASNEF podremos recurrir a minipréstamos que admiten clientes en esta situación:
Aunque el registro de ASNEF es el más habitual, en España hay otros, como el RAI. Y también está la CIRBE, la Central de Información de Riesgos de el Banco de España, que no es un listado de morosos como tal, sino que contiene todas las deudas contraídas, no solo aquellas impagadas.
Aunque pueda parecer una obviedad, hay a quien le han rechazado un préstamo porque no cumplía con los requisitos más básicos para su solicitud. Estos son:
Por supuesto, entre los requisitos básicos también encontramos una serie de mínimos en materia económica, pero estos merecen su propio apartado, ya que son varios y suficientemente complejos.
Dependiendo de la cuantía del préstamo, la empresa hará un análisis de riesgo más o menos exigente y exhaustivo del cliente. Pero lo que casi siempre mirará son los ingresos de este.
Para acreditarlos, le solicitará las últimas nóminas, o algo equivalente en el supuesto de ser autónomo o pensionista. No disponer de una fuente de ingresos estable, o si su cuantía resulta menor de lo esperado, puede tener como consecuencia la denegación del préstamo.
Si los ingresos son suficientes, pero el cliente no goza de estabilidad laboral, puede ver como la entidad le deniega el préstamo. ¿Por qué? Porque puede temer que alguno de esos cambios de empleo tan frecuentes no salga bien y termine en el paro, lo que suele ser un problema a la hora de devolver el préstamo.
En este sentido, directamente estar desempleado o en ERE/ERTE suele ser motivo para que el préstamo no sea aprobado. Es irónico, hasta cruel, pero, por lo general, quien más lo necesita es quien más difícil suele tener acceder a un préstamo.
Estas son las principales razones que pueden llevar a no conceder un crédito, pero hay muchas otras:
Sin duda te estarás preguntando qué puedes hacer para que te concedan un préstamo. No hay una fórmula mágica, pero sí una certeza innegable: recurrir a trampas y subterfugios tarde o temprano acaba pasando factura.
Así pues, el primer consejo que te podemos dar si tus solicitudes de préstamo son una y otra vez denegadas es que encuentres el motivo por el que la respuesta de la entidad financiera es siempre negativa. Quizá sea algo trivial que puedas solucionar fácilmente, y si no es así, al menos te permitirá saber qué tienes que intentar cambiar.
Si la negativa es por tu capacidad financiera, solicita el préstamo con algún tipo de garantía de pago. Puedes pedir un préstamo con aval, un préstamo con garantía hipotecaria, o incluso un préstamo con tu coche como garantía (no confundir con los préstamos para comprar un coche, claro). Pedir el préstamo con dos titulares también ayuda, porque la entidad considera que sus posibilidades de cobrar aumentan, ya que uno responderá en caso de impago del otro.
Solicita un préstamo de reunificación de deudas si tu problema es que tu capacidad de endeudamiento está al límite. De ese modo convertirás todas tus deudas en una sola, muy probablemente con mejores condiciones que todas ellas por separado, lo que a su vez te puede permitir pedir un nuevo préstamo si lo necesitas, ya que tu capacidad de endeudamiento puede haberse visto aliviada.
Pero si nada de esto funciona y necesitas dinero, no te queda otra que acudir a otras formas de financiación alternativas. Huye de los prestamistas privados que prometen dinero al instante sin apenas requisitos: sus tipos de interés son abrumadoramente altos y puedes acabar provocando un efecto bola de nieve que te deje en una situación todavía más precaria. Es mejor vender alguna de tus posesiones que recurrir a prestamistas que rozan la usura.
Consigue tu préstamo con las mejores condiciones
Juan Ribón Juan es licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad de Valladolid. Cuenta con más de seis años de experiencia escribiendo en medios online. Apasionado de los temas de actualidad, sus conocimientos y saber hacer dan respuesta a las preocupaciones sobre cuestiones financieras en Roams.