El recibo de la hipoteca acostumbra a ser, en muchos casos, el único vínculo con el banco por el préstamo hipotecario. En él vienen detallados los aspectos clave de la hipoteca, relacionados con el capital o el tipo de interés. Entender los recibos es fundamental para evitar problemas con el banco, y para poder reclamar en caso de que los haya.
El recibo de la hipoteca será, si todo va bien, el único contacto con el banco al respecto del préstamo hipotecario concedido para la compra de una vivienda. Llegará, por lo general, cada mes, y contendrá toda la información relevante al respecto de lo que has pagado, lo que vas a pagar y por qué.
Pese a que, a priori, puede parecer que leer el recibo de la hipoteca es algo sencillo, en realidad no lo es. Como ocurre con todos los recibos, se da por hecho que el que ha de pagarlos sabe interpretarlos, y no siempre es así.
Y como pagar sin cuestionar si lo que se reclama es correcto nunca es una buena idea, es fundamental entender todas y cada una de las partes del recibo de la hipoteca, porque su cuantía es considerable y va a llegar cada mes, durante muchos, muchos meses.
Una correcta interpretación del recibo de la hipoteca ha permitido a no pocos clientes descubrir que, sin saberlo, tenían una cláusula suelo, y de esa manera poder reclamar al banco todo el importe adeudado de más indebidamente.
Cada banco tiene su propia manera de organizar la información en el recibo de la hipoteca, pero en general todos acaban incluyendo la misma información. Suele venir organizada por bloques: saldo, interés y periodo. Por supuesto, también aparece la cuota (y su correspondiente desglose), así como otros datos importantes. Veamos lo más relevante:
El recibo también debería incluir algunos datos o aclaraciones, como el periodo de revisión del euríbor en el caso de las hipotecas variables, por ejemplo. Toda la información a mayores que proporcione el banco será bien recibida.
Para calcular la cuota mensual de la hipoteca antes de que llegue el siguiente recibo primero hay que determinar si se trata de una hipoteca a tipo fijo o variable:
También hay diversas calculadoras de cuotas gratuitas en internet, como la del Banco de España, que pueden resultar muy útiles a la hora de hacer esta clase de estimaciones, sobre todo en el caso de las hipotecas variables cuya revisión del euríbor está próxima.
El CER (Coste Efectivo Remanente) indica el coste del préstamo teniendo en cuenta solo el plazo pendiente hasta su vencimiento. Incluye los costes que restan por pagar, asumiendo que nada cambie hasta entonces.
Si no has conservado los recibos de los meses pasados de la hipoteca, puedes solicitarlos al banco. Se pueden pedir online, en persona en la sucursal o solicitar un extracto de todas las cuotas.
La primera cuota de la hipoteca depende de cada banco. Algunos envían el primer recibo al mes de firmar, mientras que otros lo hacen a comienzos del mes siguiente al de la firma.
Los recibos de la hipoteca se deben conservar durante 20 años, para demostrar que las cuotas han sido satisfechas. Se puede evitar tener que conservar durante tanto tiempo estos documentos pidiendo un certificado de deuda cero al banco o, mejor aún, cancelando la hipoteca en el Registro de la Propiedad.
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Juan Ribón Juan es licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad de Valladolid. Cuenta con más de seis años de experiencia escribiendo en medios online. Apasionado de los temas de actualidad, sus conocimientos y saber hacer dan respuesta a las preocupaciones sobre cuestiones financieras en Roams.