Te acabas de comprar una nueva casa para irte de vacaciones y necesitas pedir una hipoteca para tu segunda vivienda. ¿Quieres saber qué necesitas para que te concedan una? ¡Te lo contamos!
La hipoteca para segunda vivienda es la que solicitamos cuando queremos financiar un inmueble que utilizaremos con un fin generalmente vacacional, ya sea, por ejemplo, una casa en zona de costa, en la montaña o en una zona rural. Por tanto, con este tipo de préstamo hipotecario financieramos una vivienda que no es nuestra residencia habitual.
Una de las diferencias que existe entre una hipoteca para vivienda principal y una hipoteca para segunda residencia o fines vacacionales es el valor de financiación. Así, mientras en el primer caso, la entidad cubre, por lo general, hasta el 80% del valor de la vivienda, en el segundo, la financiación se situá entre el 60 y el 70%. Por tanto, no encontrarás ninguna hipoteca para segunda vivienda con un 100% de financiación por parte del banco a no ser que compres alguno de sus pisos.
Otra de las diferencias se encuentra en el tipo de interés, que suele ser más elevado en el caso de las hipotecas para segunda vivienda, y el plazo de devolución del préstamo. Generalmente, la hipoteca para segunda vivienda tiene un plazo como máximo de 25 años. Sin embargo, si es para primera residencia, el período puede alcanzar los 30 e incluso 40 años.
Para lograr la mejor hipoteca para tu segunda vivienda, debes seguir los siguientes pasos:
Una hipoteca para segunda residencia se caracteriza por:
Las condiciones de la hipoteca que necesitas para tu segunda vivienda siempre se podrán negociar con la entidad financiera, tal y como ocurre con cualquiera de los productos financieros que comercializan.
¿Qué debemos tener en cuenta para una negociación eficiente?
Además de la vinculación con la entidad con la que vayamos a contratar la hipoteca para segunda vivienda, será necesario contar con solvencia económica suficiente para hacer frente a la devolución del préstamo. Entre otros, tendremos que tener pagada ya una primera residencia y no tener, en ese momento, otros productos financieros también contratados. Y, en lo que respecta a la edad, no podrás estar superar los 70 años, porque entonces los bancos no suelen concederlas.
Dado que conceder un préstamo para una segunda vivienda puede conllevar un mayor riesgo de impago por parte del cliente al no tratarse de la residencia habitual, los requisitos para acceder suelen más rigurosos:
Seguro que en más de una ocasión te has preguntado si es posible comprar una segunda vivienda teniendo ya una hipoteca. Pues la respuesta es afirmativa. Para ello, existen las siguientes opciones:
La elección entre una hipoteca fija, variable o mixta dependerá, al igual que ocurre con las hipotecas para vivienda habitual, de la situación de cada cliente. Entran en juego además de las perspectivas económicas, el contexto personal y profesional en el que se encuentre.
Por ello, si lo que queremos es estabilidad sin asumir ningún tipo de riesgo, lo mejor es optar por un tipo de interés que se mantenga fijo a lo largo del período de amortización de la hipoteca. Sin embargo, si optas por una hipoteca variable o mixta (es decir, que combine el pago de la cuota mensual a tipo fijo durante los primeros años y posteriormente se aplique un tipo de interés variable), estarás sujeto al euríbor, que puede subir o bajar a lo largo del período de vida del préstamo hipotecario. En estos últimos casos, será necesario echar cuentas para ver si somos capaces de hacer frente a los gastos en función del supuesto valor del euríbor en un determinado momento.
No existe posibilidad de desgravación con la hipoteca para segunda vivienda. Al contrario de lo que ocurre con las hipotecas destinadas a la compra de primera vivienda. En este caso, si tienes la opción de aplicar una deducción fiscal sobre lo que pagas anualmente por tu préstamo hipotecario siempre que hayas adquirido la casa antes de 2013. Así, te podrás deducir hasta un 15% de la cuantía que abones al año con un límite de 9.040€.