Con un depósito a largo plazo podemos hacer crecer nuestros ahorros de manera sencilla y segura. Pero ¿es esta opción para ti? Te contamos cómo elegir el mejor depósito a largo plazo y sus puntos positivos y negativos.
Un depósito constituido a largo plazo es aquel que tiene una duración, por lo general, superior a los 12 meses. Si ofreciese un plazo de tiempo inferior estaríamos hablando de depósitos a corto plazo.
Con un depósito a largo plazo depositaremos nuestro dinero por un tiempo que puede ir de 1 a 10 años dependiendo de cada oferta a cambio de recibir unos intereses por parte del banco.
Elegir entre un depósito a corto plazo y uno a largo dependerá de varios factores, como la situación del mercado o tu situación personal.
Un depósito a largo plazo será una mejor opción cuando los tipos de interés sean elevados y queramos asegurarnos esa rentabilidad ante una posible caída de la rentabilidad. Esto es así porque el tipo de interés no variará una vez firmado el contrato.
Aun así, en la situación actual los intereses son bastante bajos, por lo que no nos interesa demasiado contratar un depósito a largo plazo, ya que la rentabilidad que nos aseguramos es bastante baja.
Además, también debemos considerar si vamos a necesitar utilizar ese dinero durante el plazo que dure el depósito. La cancelación del depósito puede suponernos unos costes muy elevados, por lo que es algo a tener en cuenta a la hora de elegir.
La inversión mínima que tenemos que hacer para constituir nuestro depósito a largo plazo dependerá de cada entidad. Hay entidades que no exigen ningún mínimo para contratar este producto, mientras que otras sí.
Aun así, por lo general estos depósitos a largo plazo suelen tener una inversión mínima inicial de unos 5.000€. Aunque hay opciones que tienen unos límites más bajos o, incluso, más elevados.
Al contratar un depósito a largo plazo, tendremos que hacer frente a una serie de comisiones y gastos que vienen asociados a este producto. Los más comunes son los siguientes:
El mejor depósito a largo plazo será siempre aquel que mejor se ajusta a nuestras necesidades. Por ello, a la hora de elegir el que más nos conviene, debemos fijarnos principalmente en una serie de características:
En los bancos extranjeros podemos encontrar opciones que nos ofrecen mayores intereses, pudiendo conseguir una mayor rentabilidad por nuestro dinero con productos similares.
Además, estos depósitos son completamente seguros, ya que todos los productos bancarios que se comercializan en nuestro país están supervisados por el Banco de España. Por lo que estará todo bajo control.
A su vez, estos depósitos también nos ofrecen las mismas garantías de seguridad, ya que también están adheridos a un Fondo de Garantía. Una condición obligatoria para todos los bancos de la Unión Europea.
Los depósitos a largo plazo son un producto que nos ofrece grandes ventajas, algunas de los principales puntos positivos de este tipo de depósito son:
Este tipo de producto tiene un riesgo más elevado que otros productos y otra serie de aspectos que nos pueden suponer una desventaja. Algunas de ellas son:
Sí, todos los depósitos a largo plazo que contrates en España u otros países de la Unión Europea estarán asegurados por el Fondo de Garantía de Depósitos de España o de el país europeo que corresponda.
En caso de quiebra tu dinero estará asegurado por el FGD hasta un máximo de 100.000€. Esto quiere decir que cómo máximo te devolverán esta cantidad por tu depósito perdido.