La evasión fiscal supone pérdidas millonarias para el Estado, perjudicando así a la necesidad de cubrir gastos públicos. La evasión fiscal proviene en su mayor parte de multinacionales y de personas con un poder adquisitivo alto, según diversos informes. Te explicamos en qué consiste y en qué se diferencia de otras prácticas, como la elusión fiscal.
La evasión fiscal consiste en ocultar ingresos, bienes o información a la Administración de Hacienda con el fin de pagar menos impuestos.
Se trata de una práctica muy perseguida por el Estado, puesto que le supone grandes pérdidas en forma de impuestos no ingresados. Las consecuencias de no pagar impuestos pueden ser realmente duras, desde multas de Hacienda proporcionales a lo defraudado hasta, en los casos más graves, .
La evasión afecta a todo tipo de impuestos, y es llevada a cabo tanto por personas físicas o jurídicas, es decir, no pagar los tributos de las empresas.
La principal diferencia entre elusión y evasión fiscal reside en que la elusión está dentro del límite de la ley y la evasión no.
La evasión es no pagar la totalidad de los impuestos correspondientes, ya sea por ocultar bienes o ingresos o información al respecto, aun sabiendo que es obligatorio por Ley.
Por su parte, la elusión fiscal es aprovechar la existencia de vacíos legales para pagar los mínimos impuestos. Es decir, evitas o minimizas el pago de impuestos siempre dentro del marco legal.
Es decir, que mientras que la evasión es un delito, perseguido y castigado con penas pecuniarias y hasta con penas de prisión, la elusión no lo es, aunque esa búsqueda del vacío legal para pagar menos impuestos bordee lo moralmente reprochable.
La evasión fiscal aparece tipificada en la
, comúnmente conocida como Código Penal, concretamente en el "De los delitos contra la Hacienda Pública y contra la Seguridad Social".En dicho artículo se reflejan todas aquellas acciones que son consideradas fraude contra la Hacienda Pública y Seguridad Social, y las penas. Destacamos del artículo 305 los siguientes aspectos:
Según diversas corrientes, existen tres vías para evitar la evasión fiscal. Todas ellas buscan, a su manera, que deje de valer la pena defraudar al fisco. Las dos primeras están unidas entre sí y la tercera es la más controvertida:
Si se endurecen las sanciones y se aumentan las inspecciones se reduciría la evasión fiscal. No obstante, no es garantía de que se redujese en grandes proporciones. Ambas vías podrían ir unidas a la transparencia, es decir, exigir a las empresas poner al alcance de Hacienda y el gobierno informes financieros.
La tercera vía sería reducir los impuestos, unido a la transparencia. Al minimizar los impuestos habría menos presión fiscal. En consecuencia, tendría menos sentido eludir el pago de tributos.
Esta tercera vía es la que más polémica ha generado recientemente. Son muchos con rentas altas los que consideran que la presión fiscal en España es excesivamente elevada, y algunos han optado por dejar de tributar en el país. El caso más sonado es el de los streamers que decidieron irse a Andorra para pagar menos impuestos. Sin embargo, ni siquiera entre estas rentas altas hay unanimidad, y frente a 'youtubers' como El Rubius, Willyrex o TheGrefg se alzan otros como Ibai Llanos, quienes defienden la tributación en España y entienden como normal que quien más gane, más impuestos pague.
Los efectos que tiene la evasión fiscal afectan no solo al infractor, sino también a los ciudadanos, tanto directa como indirectamente. La persona que evita pagar impuestos recibe multas elevadas, proporcionales a la cantidad no declarada, que en los casos más graves pueden acarrear incluso penas de prisión.
Pero no son las únicas consecuencias. Indirectamente, al evadir impuestos se genera un impacto negativo en toda la sociedad. Los impuestos tienen el objetivo de que el país tenga los recursos necesarios para cubrir ciertas inversiones y servicios públicos. De manera que, si no se pagan los impuestos, se perjudican aspectos cotidianos como:
Todos los años se pierden millones de euros por la evasión fiscal en España. Según un
, se estima en 6.650 millones de euros la por la evasión fiscal, diferenciando entre multinacionales y ricos, quienes cometen mayor evasión fiscal. La cifra prácticamente se ha duplicado con respecto a 2020.La cifra de evasión fiscal de multinacionales asciende a unos 4.600 millones, casi el doble que el año anterior, y la de personas con alto nivel de renta a casi 1.850 millones de euros, una cifra 1,5 veces superior a la de 2020.
Para ponerlo en contexto, esos 6.650 millones de euros no recaudados en forma de impuestos suponen el 2,5% del total de ingresos fiscales en España o, lo que es lo mismo, aproximadamente 142 euros por cada español.
Como la sanidad es uno de los campos a los que más perjudica la evasión fiscal, el estudio recalca que con esa pérdida de impuestos se podría haber vacunado a más de 400 millones de personas, y que equivale al 8,51% del presupuesto destinado a la sanidad.
Pero la evasión fiscal también afecta a terceros países. En concreto, la evasión fiscal en España ha provocado unas pérdidas de unos 3.680 millones de euros a otros países. En concreto, TJN señala a Argelia, Nigeria y Arabia Saudí como los socios comerciales de España con los que ha habido un mayor fraude fiscal.
Evadir impuestos es ilegal, por mucho que se considere que el pago de tributos es inmoral.
Por lo general, una deuda con Hacienda no acarrea penas de prisión, pero hay algunas excepciones, entre ellas el haber cometido evasión fiscal por cantidades superiores a los 10.000€. Recuerda que en España, si no tienes antecedentes penales las condenas de prisión de hasta dos años de duración no suelen conllevar la entrada efectiva en la cárcel.
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