Academia Finanzas Cómo declarar la compra de una vivienda y posibles deducciones
Para saber cómo declarar la compra de una vivienda es necesario distinguir entre el uso que se le da al inmueble. Dependiendo de si es primera vivienda para uso habitual, segunda vivienda para uso temporal o segunda vivienda destinada al alquiler como vivienda habitual, la tributación variará. En cualquier caso, la compra debe aparecer en la declaración de la renta.
¿Tengo que declarar la compra de una vivienda?
A la hora de comprar una vivienda, es necesario declararla en Hacienda para los impuestos oportunos y para actualizar tu patrimonio. No obstante, no se declara de la misma forma la compra de una primera vivienda para uso habitual que una segunda vivienda con uso más vacacional o estacional.
Todos los años se debe realizar la declaración de la renta. Es ahí donde se debe incluir la compra de la vivienda y, anualmente, incluir todas las viviendas que se posean, indicando el uso que se le da a cada una de ellas.
Esto se debe a que no tributan igual aquellas viviendas que se tienen en alquiler que las vacías o las que se utilizan como vivienda habitual. Además, de forma autonómica es posible desgravar la compra de una casa por la hipoteca. De esta forma, los propietarios pueden obtener deducciones sobre la hipoteca anual, teniendo en cuenta que se pone como tope máximo 1.356€ deducibles cada año, pero esta deducción de la hipoteca solamente se puede aplicar a las viviendas adquiridas antes del 1 de enero de 2013.
Compra de una vivienda habitual en la renta
Al incluir la compra de tu primera vivienda, que será la vivienda habitual, se debe cambiar la dirección fiscal, añadiendo también la referencia catastral del inmueble. De esta forma, quedará registrado en el Catastro cuál es nuestra residencia habitual.
Compra de una segunda vivienda en la renta
La compra de una segunda vivienda para el uso personal de forma temporal y vacacional, debe aparecer en la Declaración de la Renta como concepto de imputación de rentas inmobiliarias.
Eso significa que tributa por un 2% del valor catastral de la segunda vivienda. En caso de que se haya revisado el valor durante los últimos diez años, el porcentaje será del 1,10%.
Por otra parte, se permite una deducción en la segunda vivienda si el propietario destina esta para el alquiler y el inquilino la convierte en su vivienda habitual. En ese caso, el propietario podrá deducirse hasta un 60% de la renta obtenida por el arrendamiento.
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